Uno importante que he podido detectar: La soledad.
Por eso, detrás de la desconfianza hacia al que se acerca por primera vez, de la violencia o de la amabilidad desplegada en el primer encuentro, está la perseverancia. El que la otra persona llegue a darse cuenta, día tras día, que a ti no te importa el que esté sucio, ni el que beba de más, ni el que te amenace, ni el que huela mal, ni el que duerma en donde quiera dormir. Lo importante es que llegue a darse cuenta de que estás por él y para él y de que lo que te preocupa de él es aquello que a él mismo le preocupa de sí mismo.
Que lo demás son añadidos que sólo tienen la relativa importancia que la que nosotros le damos.
Con cartones por la calle 
Te doy la razón, no es lo que eres sino lo que sientes, la verdad es que a veces se preocupan más de tonterías que de lo que realmente es lo que te hace sufrir, y ya no a los sin techo, o las personas que viven en la calle. ¿Cuantos de nosotros necesitamos a veces de esa conversación, de ese amor, de ese entendimiento, de algún momento de comunicación y no lo tenemos?….y entonces ¿que pasa?…entra en nuestras vidas esa soledad que se engancha, se pega y no deja que la podamos despegar de nuestra vida. Es muy triste, pero muchos nos sentimos solos, aunque estemos acompañados, he sentido lo que es la importancia de la TV, de un partido, de un programa antes que una conversación, una pregunta sencilla de ¿como te ha ido el día?….esas cosas tan ínfimas pero tan importantes para sentirte un poco más querido, un poco menos solo. Besos MArola
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