Va a hacer ahora un mes que murió una mujer, Pía, de 46 años de edad.
Todo Arrels se conmovió.
Alex, su pareja, aún la duele
Y a él le hemos pedido permiso para «colgar» en el blog este sentido poema que ha escrito Gabriel.
Recuerdos.
Recuerdos que vienen;
que se guardan y que quedan,
porque han de quedar.
Entro en la habitación y huelo
y, al oler, la siento.
A ella. Que se fue.
Pía me dejó.
No sé dónde, pero se fue.
Solo.
Solo creo que me encuentro;
aunque siento que está conmigo.
La siento y lo siento.
El tiempo pasa,
lo sé, es la vida.
Y tú allí
y yo aquí:
Estamos juntos.Gabriel
Con cartones por la calle 
Buenas tardes.
He dado, sin buscarlo, con vuestro blog. Por lo poco que he leído y he visto, os merecéis una enhorabuena por la iniciativa, por el contenido del blog y por regalar vuestro tiempo a la gente que lo nesesita.
Siento lo de Pía. Lanzo un beso al aire para que le abrace allí donde esté y un fuerte abrazo para Alex.
Un abrazo para cada uno de vosotros.
Joseba
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Es muy bello este poema, me ha gustado porque me ha tocado el corazón, yo escribo poemas, supongo que ya lo sabes, y creo que es la forma más sincera de expresar todo lo que llevamos dentro, los sentimientos, el sufrimiento, la alegría, el amor, las penas, los desamores, las injusticias…..por eso este poema tiene una fuerza muy grande, lleva impregnado en sus letras ese sentimiento interior y resignado. Besoss Marian.
He dejado en mi blog un regalo de Navidad para todos vosotros, mis amigos y compañeros de camino en está vida. Besosss Marian
Gracias por tu mensaje y comentario en mi blog.
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Por mi trabajo, también trato a menudo con personas sin hogar. Sé que detrás de cada una hay una historia dramática. Debe de ser durísimo vivir en la calle, sobre todo porque ellos antes tuvieron un hogar, una familia y un empleo, que por mil circunstancias de la vida, han acabado perdiendo. No somos nadie para juzgarlos, ni para mirarlos sin verlos,actuando como si fueran transparentes… Cualquiera puede acabar en una situación similar, pero no todos tienen la gran fortuna de encontrarse en su camino a gente como vosotros Enrique y Gabriel.
Gracias por «estar». Besos.
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Alex, lo siento mucho, de corazón.
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