¿Rezar?

No sé pedir.
No sé rezar.
Y no es que piense que Dios se desentiende;
que no quiere saber nada de las cosas que pasan por el mundo.

Hoy he visto a Juan:
Mal, ebrio, sucio, abandonado; pero me ha conocido.
Ha cogido con fuerza mi mano, cuando yo se la he tendido.
Apenas balbucea, pero sonríe:
Interpreto que le ha hecho feliz el verme;
que le ha gustado que haya interrumpido mi camino y me haya acercado a saludarle:

– ¿Cómo estás, Juan? Yo no te veo demasiado bien…
Se ríe…

Y ¿qué le pido a Dios?
¿Que le ayude?
¿Que deje de beber?
¿Que le haga “normal”?
¿Que le encuentre trabajo?
¿Que el trabajo que encuentre lo quiera aceptar?
¿¡Qué te pido, Dios!?
¡Qué puedo pedirte que tú puedas/quieras concederle!
¿Que te sienta cerca?; ¿para qué?
Él seguirá en el precipicio, viviendo su angustia.
Y ¿qué quiere decir que tú estés cerca?
Tú no eres la lámpara maravillosa que concedes deseos cuando se frota…
Pero tampoco te sientes indiferente a tanto dolor.
Mas ¿qué puedo pedir?
¿Cómo debo de hacerlo para que el dolor se acabe en Juan
y en tantos otros muchos “juanes” que hay en el mundo?
Tú no quieres que haya tanto dolor, fruto de nuestra injusticia.
Tú no te acercas a Juan si yo no me acerco.
Tu mano no se tiende a Juan si no hay una mano que se tienda.
Mi sonrisa es tu sonrisa.
Mi esperanza es tu esperanza.
No hay cambio si no hay lucha y no hay lucha si yo no lucho, si él no lucha…

¡Dios, no me dejes caer en la desesperanza
para poder llevar tu esperanza a los que lo han perdido todo!

Enrique

5 comentarios en “¿Rezar?

  1. Ana dijo:

    Enrique, estás donde debes estar. Transmite, por favor, a todos los seres con quienes estás en contacto, mi abrazo fraterno y mi más grande amor, porque todos somos seres hermanos, y sé, Enrique, que nos espera unos tiempos mejores, donde por fin irán desapareciendo esas terribles diferencias, porque estos tiempos los estamos cambiando entre todos.
    Si cada uno hiciese lo que debe hacer como ser universal, y en el momento exacto, toda esta enorme diferencia no existiría, y no habría necesidad de que hubiese «necesitados» ya que para eso estamos todos. Un abrazo porque tú estás haciendo a través de mí y de muchos donde nosotros no podemos pot no estar presentes. Sobre todo en estas fechas es fundamental que no se sientan esas tan grandes y terribles iferencias. Seguiré visitando tu blog ya que me gustaría saber más sobre toos y cada uno de nuestros hermanos.

    Me gusta

  2. Ana dijo:

    Las injusticias están hechas sólo por los hombres, nosotros hemos inventado un hipotético «dios» con una balanza en la mano. Eso no es dios, si queremos entenderlo como tal. El Creador de todo lo Existente nos ha dado la Vida a Todos por igual, absolutamente. Somos, por tanto, sustancia de ese Creador, por lo tanto en la medida en que hagamos ese bien o ese mal estamos actuando con esa balanza. Hay demasiado que hablar al respecto, y sé, Enrique, que este «mundo» dejará atrás sus paradigmas y sus desigualdades cuando todos y cada uno pongamos en movimiento al «dios» que llevamos dentro: unos repartiendo lo que tienen, otros ayudando, para de esa forma llegar a una Humanidad Libre y Hermanada donde todo es de Todos porque este Planeta fue creado para muchas e infinitas criaturas vivientes. Nosotros, los humanos, hemos creado esas desigualdades, sobre todos los poderes económicos y los poderes ensombrecidos de los estados, que actúan bajo la sombra del poder económico.

    Desde aqui deseo que no hayan más como Juan porque nadie, ni tan siquiera un animal merece y no debe estar desprotegido de sus congéneres, y en eso hasta muchas especies animales nos dan sobrado Ejemplo de Cuidado entre sus individuos.

    Desde aquí, por lo tanto pido, con todo el derecho de este Cosmos, que quien tenga dé a quien lo necesita y quien disponga de lugar, que comparta y quien tenga retenido que suelte, porque es la única vía para que el Ser Humano llegue a serlo como Tal.
    Un saludo

    Me gusta

  3. Como bien dices, quizás no podamos hacer nada, porque Dios no es, o no creo que sea, una lampara mágica, por muchos deseos que pidas, esos no se cumpliran. Lo único que pido es como dices no perder la fe, la esperanza en mi mismo, no caer en el olvido de toda esa gente, o olvidar por desesperación al ver que no puedes hacer nada más de lo que intentas hacer.
    Yo conozco un «Juan», no está en ese límite de pobreza, pero esta mal, casi rozando ese estado, y yo no pierdo la esperanza en que va a salir de ahí, va a encontrar un trabajo y va a tener una vida «un poco feliz». Yo no puedo sentirme indiferente a ese dolor, porque lo llevo dentro, he echo que sea parte de mi, y a veces, siento que muero, pero luego sigo luchando por esas personas que de algún modo nos necesitan. Gracias Richard por todo…besoss
    Marian

    Me gusta

Deja un comentario