SAID, “UN ILEGAL”

A Said hoy le he acompañado al médico.

Hace unos meses conseguimos que le dieran la tarjeta sanitaria.

Said es “ilegal”.

Es una de esas personas a las que nuestra sociedad del consumo y de las desigualdades le ha colgado el sambenito de “ilegal” sólo porque no nos da la gana darle unos papeles que le haga igual a nosotros y con los mismos derechos que nosotros.

Así, tildamos de “ilegales” a unas personas cuyo único pecado es el de querer mejorar su vida y la de los suyos.

No llamamos “ilegales”, sin embargo, a aquella otra persona que esconde su capital y elude sus impuestos. No es “ilegal” el españolito famoso que vende la “Marca” España viviendo y contribuyendo fuera de ella para ahorrarse impuestos. No es “ilegal” el que explota al que no tiene papeles y hace su riqueza sin pagar a la administración lo que le correspondería. No es “ilegal” el pluriempleado en diferentes consejos de administración, bancos y cargos políticos, cobrando dineros que causan escándalo. (Por cierto, ¡qué capacidad intelectual… y de influencias y de… extorsión…!). No; estas personas no son “ilegales”.

Said sí es “ilegal” y hoy le acompañé al médico.

Su corazón está mal, pero es “ilegal” y no paga impuestos (ni tampoco los cobra) y la Sra. Cospedal ha dicho que es normal que quien no contribuye no tiene derechos. Los que son como ella, sí; aunque éstos no necesitan de tarjeta sanitaria, ni de escuela pública, ni de comedores sociales, ni de hipotecas, ni de pisos como dación de pago…

Said no tiene derechos. Un día de estos le quitarán la tarjeta sanitaria, no podrá seguir el tratamiento y beberá vino para olvidar que es “ilegal”. Su corazón, que no sabe de leyes y si está dando vida a un “ilegal” o no, dejará de latir y Said quedará en la calle, en la plaza, junto a otros “ilegales” como él que lo mirarán con miedo, porque ellos también tienen miedo a la muerte como cualquiera de los “legales”.

Hay derechos que nacen con la persona, no importa el color de la piel, ni su religión, ni su nacionalidad, ni su ideología. Las personas cuando nacen no son “ilegales”. Si esto no es capaz de entenderlo nuestra sociedad…, vamos por mal camino. Y los perdedores siempre, ¡siempre!, son los mismos: los que menos tienen…

“No tienen derechos los que no contribuyen…”, nos dicen; pero la realidad es otra, la realidad es que nos están quitando los derechos a todos, empezando en proporción directa al estado de precariedad en que se encuentra la persona.

A quienes más afecta los recortes en la sanidad, en la enseñanza públicas…, es a los que menos tienen. Al final acabaremos siendo “ilegales” todos. Todos… menos unos cuantos: aquellos cuyos derechos los pueden comprar al contado, exigiendo, además, poder desgravar los gastos mientras lo público se hunde (lo hunden).

Enrique

5 comentarios en “SAID, “UN ILEGAL”

  1. Amigo Enrique ¿por qué nos dicen que vivir de otra forma es una «utopía»? Esto no es cierto. Han existido modelos, han habido otras formas de vivir.
    Por ejemplo, los incas (no voy a entrar en si eran buenos o malos o si hacían sacrificios), tenían una forma social donde no había dinero, no había pobreza, no había miseria… Había otras sociedades «antiguas», de las llamadas «atrasadas» que estaban, realmente, por encima de nosotros actualmente.
    Creo que debemos dirigirnos, o intentarlo, como una piña hacia esas otras formas de convivencia donde no reine la avaricia, el capitalismo, la explotación del ser humano y de todo nuestro Planeta. Nos costará, pero queramos o no es cuestión de tiempo (no sé cuánto) para que el barco cambie de rumbo de navegación.
    Un abrazo para todos aquellos con quienes estás cada día y para ti

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  2. Al llegar a esta frase: «la Sra. Cospedal ha dicho que es normal que quien no contribuye no tiene derechos»… el corazón me ha dado un vuelco.
    ¿Qué son los «derechos»? Hay que pagar para tenerlos. Entonces está claro que este «mundo» no sólo cojea de un pie sino que va a ciegas y acabaremos estampándonos contra lo que ellos nos digan. Sí, porque son «ellos» los que decretan los «derechos».
    Derecho a vivir, derecho a existir, derecho a respirar….
    Mi corazón y mi mente ya pertenecen a otro paradigma, pero me sigue «doliendo», me sigue dando un vuelco el corazón cada vez que entro en esos callejones oscuros que los detentores del poder de cualquier especie decretan.
    Sí, amigo Enrique siento un dolor especial cada vez que leo, veo y siento estas cosas. Hay mucha gente en la calle que no está ahí por gusto, pero este modelo de mundo y de sociedad los ha confinado ahí; es más: arrebatándoles cualquier tipo de derecho, como si un ser humano que no pagase sus cuotas a los estados de turno no tuviese derecho a la existencia y fuesen, ni más ni menos que meros trapos a merced del viento que a ellos les sople.
    Un abrazo

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  3. Que articulo tan maravilloso Enrique. Un abrazo. Difundo y difundo y continuo difundiendo. Algun dia despertaremos y seran ilegales los que realmente actuan contra el bien público

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