Juan José

12 de Abril de 2011

  • Hoy, dos frases de Juan José:

    FRASE 1.- Hablando de lo que se bebe y no se bebe,

    • “Por la noche tomo café para no dormirme”

    FRASE 2.- Desde hace tiempo que Juan José nos habla de su preocupación por unas personas del Este, apenas treinta y pocos años de edad, que viven en los jardines de la Sagrada Familia. Puri y yo somos testigos de su gradual deterioro en los más de cinco años que les venimos acompañando:

    • “¡Ésos sí que lo pasan putas…!”

    Y dos reflexiones que yo me hago:

    REFLEXIÓN 1.-

    • Ellos lo pasan putas, pero ¿y tú, Juan José, que durante el día arrastras la botella y sin embargo por la noche tomas café por miedo a dormirte?

    REFLEXIÓN 2.-

    • También, nosotros, los que estamos tan cerca, los que vivimos día a día sus vidas, corremos un peligro: Banalizar la calle. Habituarnos a la calle. Minimizar el cómo se vive en la calle y así cobijarnos al abrigo de una tranquilizadora excusa: «Si ellos mismos dicen que no quieren salir de la calle, será porque, para ellos, es fácil vivir en la calle…» -¡Terrible y mentirosa excusa!-

16 de Julio de 2010

  • Este Juan José es tan imprevisible…
    Resulta que el otro día Juan José acompañó a la Llar Pere Barnés a un cura que le quería redimir y sacarlo de la calle:

    –          Yo sé a dónde ir cuando quiero dormir bajo techado. Le dijo.

    Con toda su buena fe, un día el sacerdote se sentó en el banco que ocupaba Juan José y se interesó por su situación, tanto espiritual como física.
    Juan José le explicó que ahora dormía en un cajero y que andaba las calles buscando chatarra para poder sobrevivir.
    El interlocutor se llenó de misericordia y le trajo mantas y algo para comer, que José aceptó con agradecimiento.

–          Te pagaré también un lugar en donde puedas dormir.

Y ahí fue cuando Juan José le contestó que él sabía a dónde ir a dormir cuando quisiera.

Y ni corto ni perezoso Juan José llevó al cura a la Llar Pere Barnés, en donde, como era de prever y ante la sorpresa del sacerdote, que no daba crédito a lo que veía, fue acogido con los brazos abiertos por los profesionales y voluntarios del centro y allí se quedó a dormir ésa y algunas noches más. Hasta que se cansó y se volvió a la calle, como así lo viene haciendo últimamente.
A los pocos días el mosén se enteró de que Juan José volvía a
dormir en la calle e intentó violentar la situación. Habló primero con Miquel y luego con Puri y lo intentó después con el propio José.
Era una situación que no entendía, que le sobrepasaba: ¿Cómo podía ser que José siguiera durmiendo en la calle, si tenía una habitación en dónde poder hacerlo?
Y es que no es fácil entenderlo y más si miramos al mundo desde nuestra perspectiva de poder: “Yo tengo la solución para tu problema”. Pero no nos damos cuenta de que tal vez ése no sea el problema de Juan José y que la solución, en todo caso, pasa por la propia persona a la que pretendidamente queremos salvar.
El problema de Juan José, como de tantos otros como él, no es que no duerma en pensión, su problema es que está en la calle y todo lo que ello comporta  de precariedad física y mental.
La solución no se la podemos dar subidos en nuestra atalaya dominante y prepotente. Hay que bajar a la arena de la relación para estar con él y así conocer y participar de sus miserias. Y entonces descubrir en su mediocridad (no tan distinta a la nuestra) a la persona que lucha por sobrevivir como sea.
A lo mejor así, quizás después de algún tiempo, podamos llegar a comprender (o al menos a aceptar) algunas de las cosas que en un primer momento nos repugnaba.

Del sacerdote no hemos vuelto a saber. Juan José sin embargo sigue viviendo:

–            Cuando llegue el invierno me llegaré a la Llar. Ahora, con este tiempo, pagar por una cama, es tirar el dinero.  Se duerme mejor bajo las estrellas.

1 de Diciembre de 2009

  • Algunas veces invitamos a un café o compramos un bocadillo. Lo solemos hacer; pero no con demasiada frecuencia.
    Pensamos que tampoco con ello vamos a solucionar el problema. Pero sirve para relacionarnos, para ganar en confianza.
    Con Juan José hacemos una excepción. Es bastante habitual que nos sentemos con él para compartir un “cortado”.
    Pero, además, lo novedoso es que, en este caso, es Juan José quien se empeña en invitarnos y no consiente en que seamos nosotros quienes paguemos.
    Es tal su tozudez, que se nos hace muy difícil el negarnos. Aunque por otro lado, reconozco que, tanto a Puri como a mí, nos parece entrañable ese momento en que, estirándonos del brazo, nos dejamos llevar y, una vez sentados en el velador del bar, él solicita al camarero nuestras demandas, vigilando, al mismo tiempo, que ninguno de nosotros nos adelantemos a pagar.
    – Enrique, ¿va un “carajillo”?.
    Juan José intenta hacerme cómplice de lo que él quisiera tomar. Pedirlo para él solo, no se atreve. Pero yo no le sigo en sus intenciones y su complot cae en saco roto y no tiene más remedio que solicitar otro “cortado”, para, de este modo, guardar las maneras (aunque por otro lado lleve su cartón de vino en el bolso).
    Últimamente hemos llegado a un acuerdo (no sé si él lo está del todo): Cada día pagará uno.
    Hoy me ha tocado a mí y lo tuve que hacer un poco a hurtadillas, pero pagué.
    El próximo martes pagará Puri y el martes siguiente será Juan José el que pague.
    Yo pienso que así está bien. Juan José tiene su paga y no le falta el dinero. Es una manera de no sentirnos ni más ni menos encima los unos de los otros. Pero tampoco vale el que él sea siempre el que pague, aunque lo haga con muchísimas ganas.

  • Por cierto, Juan José sigue en la calle.  Al cabo de pocos días de estar en la Llar Pere Barnés en Febrero, se cansó y se fue. Volvió a su casa “descapotable”. Tan descapotable que la otra noche unos vecinos le arrojaron encima dos cubos de agua que le dejaron empapado.
    Resulta que su compañero de “dormitorio” tenía la radio puesta y molestaba. La solución del vecino afectado fue apagar la radio… echando dos cubos de agua que cayeron encima del que menos culpa tenía, en este caso Juan José. Pero ya se sabe … “De noche todos los gatos son pardos…”

10 de Febrero de 2009

  • Hoy no puedo evitar expresar una gran satisfacción y una gran alegría.
    Necesito urgentemente contarla: ¡Nuestro querido Juan José está comiendo, cenando y durmiendo (a veces) en la Llar Pere Barnés:  «Se come muy bien y se está caliente».
    Hay días que después de cenar, se sienta a ver la TV y luego se va a dormir a «su casa descapotable» al otro lado de Barcelona (¡se pega unas palizas de andar…!), pero hay noches que no, que se queda y duerme en habitación.
    ¡Y está contento! ¡muy contento!.
    ¿Cuánto durará? No lo sé, pero llevamos unos días que le vemos feliz y nos explica lo bien que está.
    En unos de esos días «malos» que tiene, Juan José había perdido la documentación y la cartilla y se encontraba desamparado.
    Entre Puri, Miquel y yo le hemos ayudado y ya lo tiene todo.
    «Uno se había acostumbrado a tener dinero».
    Pero también estaba preocupado por la comida. Últimamente no se encontraba bien. Le ofrecimos comer y cenar en la Llar. Accedió y está encantado.
    También quiso dormir, pero eso le cuesta más. Bueno…, sin prisas…
    Hoy le he acompañado a solicitar la tarjeta rosa para el transporte urbano y le he dicho de ir al cine un día de éstos. No le ha llamado mucho la atención esta invitación: «Nunca he ido al cine», me ha dicho(¿!). Veremos a ver.
    Pero hoy él estaba contento y yo también. Se admiten felicitaciones.
    ¿Y mañana?… Dios dirá, que se dice en estos casos.

20 de Enero de 2009

  • El día 24 de Diciembre Juan José se presentó en el Centre Obert. Todo hacía pensar que se quedaría a cenar.

    De unos años a esta parte, en Arrels se tiene la costumbre  de hacer la cena de Nochebuena.
    El intento es que esta cena no sea una cena «para»,  sino una cena «con».
    La verdad es que siempre ha sido un éxito y ha sobrepasado todas las expectativas.
    Ya se sabe que los días de Navidad suelen ser, para todos, días de familia, de recuerdos -buenos y malos-. También lo son para estas personas.
    Por eso algunos rechazan la invitación y no vienen. Otros, sin embargo, se visten sus mejores galas y parecen auténticos señores/as -¡que lo son!-.

    Pues bien, Juan José esa tarde se presentó en Riereta; pero no sabemos exactamente qué fue lo que pasó, el caso es que desapareció y no se quedó a cenar. Yo no estaba, pero a Puri y a Marta les supo mal, pues incluso le habían reservado un sitio en su mesa.

    Hoy nos ha comentado que una noche que llovía y hacía mucho frío -por los datos que da, debió de ser antes de final de año- se presentó por su cuenta, sin decírselo a nadie, en la pensión en la que ya él había estado el año pasado.
    Duró una noche y gracias, pues, según nos contó, había pasado más frío que en ‘su casa descapotable’ y, para mitigar el frío, se tuvo que levantar en medio de la noche  para ponerse los pantalones y el jersey: «No me he constipado en toda mi vida y al día siguiente tuve que tomarme un jarabe. ¡No vuelvo más a esa pensión!».
    Tenía un humor de perros. Cuando se marchaba le preguntaron si ya no volvería y, al decirles que no, se molestaron, porque, de haberlo sabido, le hubieran cobrado 20€ en lugar de los 18€ que le cobraron, pensándose que dormiría más de un día.

25 de Noviembre de 2008

  • Estuvo ilocalizado unas semanas, pero luego le venimos viendo todos los martes y también casi todos los martes por la tarde se pasa por Riereta para ducharse y cambiarse de ropa.
    No; a pensión no ha vuelto. En Julio insinuó para cuando hiciese frío; pero han pasado fríos y lluvias y él sigue en su ‘casa descapotable’. «Y cuando viene la lluvia tengo un plástico grande que me cubre».
    Hoy nos contaba que vino la guardia urbana a ‘su casa’ para ‘desahuciarle’. Parece ser, por lo que hemos entendido, que  quieren construir en el solar que utiliza para dormir y le debieron decir que de allí se debería de ir.
    Seguimos nuestra relación y él nos la sigue aceptando.

20 de Mayo de 2008

  • En diciembre escribí largo y tendido; “Todo el tiempo del mundo o la historia de un proceso”, pero la historia continúa.
    A mediados de Enero dejó la pensión, mejor dicho, se iba y venía: “Es que a la pensión no se puede ir si se está borracho…”, decía alguna vez con dignidad.
    En febrero un día se presentó con la nariz hecha un cristo. Le habían pegado y se habían llevado la cartilla de ahorro. Le acompañamos a la sucursal para bloquearla y a la semana siguiente se fue el solo y le hicieron otra nueva.
    Un día nos habló de su madre (pocas veces lo hace) y la recuerda que siempre había algún hijo nuevo a quien cuidar.
    A veces se desboca hablando y Puri y yo nos embobamos con tanta charla y tanta “sabiesa” hecha en la calle. Nos contaba: “Resulta que yo pido por la calle, que es mi casa, y la policía se me lleva; pero los curas piden en las iglesias y no pasa nada:están en su casa…”
    ¡Pero, ah, sorpresa! A primeros de Marzo fue él el que quiso entrar en pensión, “pero pagando” y se puso en contacto con la trabajadora social de Arrels y se pusieron de acuerdo en la cantidad a pagar.
    (En Arrels se intenta el copago en función de los ingresos que perciba).
    Así estuvo un mes, luego se volvió a la calle y lo que es peor, no le hemos vuelto a ver y por Riereta no ha ido. Sabemos que está bien, pero los martes no aparece en su banco…
    Puri y yo le echamos de menos.
    A lo dicho ¿en dónde comienza y en dónde termina el éxito o el fracaso de nuestro trabajo?.

1 de Enero de 2008

  • De Juan José otro día he de escribir más despacio, pues sin duda es una de las experiencias más singulares y más entrañables de las que estoy viviendo en Arrels. A mediados de Diciembre nos dijo que había pasado frío en su «casa descapotable» y que se encontraba mal (como en otras ocasiones mezcló vino con cerveza y no le sienta bien). Le propusimos dormir en pensión al menos hasta que pasara el frío. Esa tarde se presentó en Riereta y durmió en pensión. Y, lo más sorprendente, ¡hasta ahora!. Después de, según él, 40 años de dormir en la calle, lleva ya más de dos semanas durmiendo en pensión y pasando por Arrels… No nos lo acabamos de creer. Lo mejor: la acogida que tuvo en el Centre Obert por parte de sus propios excompañeros de calle y los consejos que le daban… Me llegaron a emocionar y pienso que eso fue y es lo que le acabó de convencer para , de momento, dejar la calle. Como siempre, me alegro por el hoy, mañana… ¡mañana será otro día!. Hoy mi buen querido Juan José duerme en pensión porque él ha querido y se siente bien yendo por Riereta.

20 de Noviembre de 2007

  • No sé cómo vino a cuento, pero salió en la conversación.
    «¿Juan José, tú crees en Dios?». «Hombre…, algo tendrá que haber después!…»
    Pues que sea mejor que lo que ahora tienes…

23 de Octubre de 2007

  • ¡Por fin hoy ha aparecido!. En realidad Puri ya le había visto el viernes que había pasado por allí. El martes pasado recorrimos todo el Pº de St. Joan para ver si lo encontrábamos, pero no. Hoy le hemos visto tan feliz. Como siempre, con su media sonrisa, un tanto pícara cuando nos ve. Y, eso sí, extendiendo su mano amiga hacia nosotros. Me he alegrado de verle, de verdad, con el corazón, y le he dado un abrazo. Nos hemos sentado en el banco de siempre y hemos hablado. Me ha preguntado de si había ido por la Mancha, y me ha gustado la pregunta, eso quiere decir que se acuerda de dónde soy y que en otras ocasiones se lo he dicho. El, como siempre, se irá a Galicia en Navidad: 45 años desde que salió y no ha vuelto. Tenían tierras y los suyos ahí se quedaron. ¿Vivirán sus hermanos? Él no tiene interés en saberlo. Al final se empeñó y nos invitó a un café. Y pagó él, con su paga no contributiva (y ha trabajado toda su vida) que se gestionó desde Arrels.

4 de Septiembre de 2007

  • Está como siempre. Aunque con una brecha en la ceja izquierda: «Me emborraché y me golpeé con una esquina. Cuando vas bebido corre más la cabeza que los pies». Pero no fue al médico, ¿para qué?… «Llevo cuarenta años en la calle y he sobrevivido». ¡No vas a venir tú, ahora a enseñarle lo que tiene que hacer…! (Otra vez en conflicto lo urgente con lo importante)

17 de Julio de 2007

  • Encontró la documentación perdida. Vuelve a tener el DNI y la Tarjeta Sanitaria. Pero lo más importante es que el viernes, por su cuenta, se presentó en Riereta y pidió a Marta, la educadora social, pensión para dormir. Marta y Ester, la trabajadora social, alucinaban, Puri y yo, cuando lo supimos, también. Estuvo toda la tarde insistiendo. Parece ser que ese día no había bebido y no se encontraba muy bien. Luego, hoy, nos ha dicho que el jueves había bebido cerveza y vino: «esas mezclas no me van muy bien». Total que se le buscó alojamiento y durmió esa noche. Luego ya no, ni el sábado ni el domingo, pero el lunes lo intentó y se presentó por la noche, pero éstaban ocupadas todas las habitaciones. Devolvió la llave. Está muy contento y dice que Marta (recordaba su nombre) le ha tratado muy bien, pero ya no quiere más pensión.
  • ¡Es genial!. ¡Juan José ya no sólo se fía de Puri y de mí y de Miquel, ha confiado en la institución, en Arrels!. El sabía que nosotros el viernes no íbamos a estar, pero de todos modos fue a pedir lo que en ese momento necesitaba… Es un proceso de confianza en nosotros y también en él…

    Seguiremos acompañando…

10 de Julio de 2007

  • Nos cuenta que el jueves, no sabe cómo, se le perdió el Carnet de Identidad y la Cartilla Sanitaria. Los llevaba en el bolsillo de la camisa y, al agacharse, se le debió caer. Pero no parece muy preocupado.
    Hace tiempo, cuando consintió hablar con nosotros (bueno, con la primera que decidió hablar fue con Puri. Hasta entonces nos había echado con cajas destempladas), Puri y Miquel le acompañaron a hacerse el DNI. Esto fue hace ya más de un año. Y hace unos meses le gestionamos los papeles de la seguridad social. Entre medias se le ha tramitado la PNC (la Pensión no Contributiva), aunque ha trabajado de todo y se ha recorrido casi toda España.

3 de Julio de 2007

  • ¡No se encontraba muy fino. El día anterior tuvo una borrachera (mezcla de vino y cerveza) que no le debió sentar nada bien (¡qué borrachera sentará bien?). Hoy tiene resaca. Tanta que ni ha probado el vino y son ya las diez de la mañana. Debe de tener alguna cosa de enfermedad, pues se echa mano del vientre. ¡Pero a él no le pasa ná!!… Por la tarde nos ha dado una alegría, ha venido a Riereta, se ha duchado y, mientras esperaba para ducharse, he jugado con él a la brisca (hacía años que ni él ni yo júgabamos!). Me ha ganado y sabe contar y se acuerda de los guiños, cosa que yo desconocía.

29 de Mayo de 2007

  • La dignidad del que está tirado!.Hoy Jose Antonio (un día os hablaré más de él) nos ha dejado a Puri y a mí… no sé… emocionados?…, satisfechos?…  ¡¡Orgullosos de conocerle!!. Nos contaba que con la chatarra que había cogido, ese día había hecho 20 €. Le apetecía un café y entró en un bar a pedirlo. Lo primero que le hicieron fue preguntarle si tenía dinero para pagarlo. Juan José les enseñó ostensiblemente su billete recién cobrado. Luego esperó en la barra a que le preparasen el café solicitado; pero, justo antes de ponérselo, se marchó haciéndoles un significativo corte de manga….¡Ole sus… narices!! Juan José lleva en la calle más de 40 años y tiene 67 de edad.

7 comentarios en “Juan José

  1. Dani dijo:

    40 años en la calle y ahora lleva 2 semanas en pensión. A LU CI NAN TE!

    Dicen que Diós dió poderes a los ángeles para que hicieran milagros; sin lugar a dudas alguno u otro debe estar escondido por Arrels.

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