9 DE JULIO DE 2013
- Paqui es una antigua conocida de Arrels.
Está en la calle desde siempre: desde cuando, aún siendo niña, se escapó de casa y nadie la echó de menos.
Su casa, sus casas temporales, fueron siempre instituciones de acogida. Luego, ya de mayor, la calle se hizo su hogar para siempre.
Ahora vive en la plaza y duerme en un cajero, a veces, acompañada, para evitar que la agredan, otras, sola, también para evitar que la agredan.
Hoy, cuando llegamos, la vemos apurando un calimocho (vino tinto mezclado en cola, o, al revés, la cola mezclada en el vino). Parece que tenía hambre, le proponemos que vaya a comer a la Llar Pere Barnés, pero no le apetece.
—Hay, dice, mucha mala gente allí…