¿Y POR QUÉ LO HACES?

lhora-del-vermut.jpg

Bueno, en este fin de semana nos dejó San Enrique y se pasaron los diez días de gracia. Por lo que ya vuelvo a ser tan viejo como Mari Carmen.
Lo acepto de buen grado.
Y pienso que más importante que vivir los años, es poder sentir que los vives. Yo últimamente los estoy notando y me gusta. No dejo de ser un privilegiado entre tanta gente que pasa por ahí… 

Os contaré una historia que, como todas las que cuento, me han sucedido. Sólo modifico los nombres y aquellas cosas que pudieran identificar a la persona de la que escribo.

¿Y POR QUÉ LO HACES?

«La convivencia que nos dignifica como personas

 y que se transforma en voluntad de justicia» (Miquel Julià)

Alex tiene unos 50 años y le conocemos desde hace más de 4.
Es alcohólico. Posiblemente con algún tipo de enfermedad mental.
Normalmente duerme en el Paralelo, cerca de Arrels.
De vez en cuando viene por Riereta.
Siempre viene muy sucio y casi nunca se quiere duchar.
Cuando me ve, me pide que le afeite y que le corte el pelo al cero. Yo aprovecho y no sólo al cero, sino que le afeito la cabeza y así aprovecho para, al menos, lavársela también.
Aunque esto no es lo más importante. Lo importante es que hablamos y se va estableciendo una relación que, a lo mejor, con el tiempo, le hace pedir salir de sus miserias. 
Tiene una obsesión: ¡No puede ser que los voluntarios no cobremos!
Aquel día, como otros, me hizo la pregunta: 

“¿Pero tú cobras?” 

Esta vez le seguí la corriente:  

“¡Pues claro que cobro! Si no ¿de qué podría tener dos masserattis y alojar a mi familia en el Ritz? Aunque tú, Alex, eres un poco tacaño en eso de las propinas…” 

Alex se quedó muy cortado y al final me dijo:  

“Pero, entonces ¿por qué lo haces?” 
“¡Y yo qué sé! -le respondí-. A lo mejor es para que tú tengas barbero…” 

Esa es la razón. Y es que no hay mejor razón que su dignidad. Y en tanto que yo le ayudo a procurársela, yo mismo me siento dignificado.
Es desde esta convivencia que mi solidaridad se transforma en un grito de justicia, que no de piedad, que clama y denuncia la existencia de tantas personas que, como Alex, se quedan solas, sin voz, en la calle, expulsadas de una sociedad tan próspera y a la vez tan excluyente.

2 comentarios en “¿Y POR QUÉ LO HACES?

  1. Me gusta tu blog. De hecho me he sentido muy idenfiticada. Hace unos años era voluntaria y me hubiera gustado hacer lo mismo, pero no conocía aún los blogs ni tampoco creo que hubiera escrito tan bien como tú. ¡Ánimo!

    Me gusta

Deja un comentario