Este está siendo el 2º campeonato de ajedrez que hacemos en Arrels. El del año pasado lo ganó el reciente premio literario St. Jordi de Arrels, Miguel.

Este año la cosa está muy reñida y aún no podemos aventurar ganador. Es curiosa la afición que hay y el empeño que todos ponemos por ganar.

El Ajedrez, ya se sabe, es de pensar, de estar atento a la jugada. Al principio yo me lo tomaba con menos seriedad y a veces dejaba la partida a medias, porque siempre salen cosas por hacer en el Centre Obert. Hasta que me di cuenta que esta situación molestaba a más de dos.

Comenzamos a jugar José Mª F. y yo. Pronto comprobamos que, cuando jugábamos, la gente nos rodeaba y  algunos, mal hecho, delataban con gestos la jugada equivocada.

Fue una sorpresa comprobar que hubieran tantos que supiesen jugar al ajedrez y desde entonces comencé a pedir a otros que jugasen conmigo. De ir buscando yo a la gente, se pasó a que la gente me buscaba a mí para jugar. Y así, poco a poco fui cambiando el tema y, con la excusa de tener que hacer cosas, fui emparejando a los que ya habían jugado conmigo. De ahí a organizar un campeonato, fue “coser y cantar”.

Este año somos diez (el anterior siete). De voluntarios estoy yo solo y voy el último en la clasificación: Hasta ayer, de seis partidas disputadas no he ganado ¡¡ninguna!!. El mejor posicionado hasta ahora es José Mª y luego están Juan Carlos, Francisco R., Miguel, Francisco M., Stefen, Uve, Luis Miguel y, más o menos como yo, José Luis.

Hay bastantes más que saben jugar, pero aún no se acaban de animar. Algunos, según ellos mismos dicen, porque “no me gusta perder” (¡hay que echarle morro, como si a los demás nos gustase…!)

Queríamos haber terminado en St. Jordi y dar los trofeos, pero cuesta poner fechas. Para esto del ajedrez uno se tiene que levantar con la mente despejada y no siempre se está con ganas. Además es difícil que todos los martes estemos todos. Incluso hay alguno que sólo quiere jugar una partida al día, porque, según dice, “se mezclan las jugadas”.

El 26 de Mayo, sábado, está previsto que vayamos a Cubelles a vernos las caras con una Asociación de ajedrez de aquella población. Lo propuso Rocío que conoció a alguien de allí. Josep, otro voluntario que sabe muchísimo de ajedrez y que le he metido en esto, está organizando el viaje. Ya os contaremos los resultados.

Una cosa importante para mí de todo esto: La gente que participamos empezamos a conocernos, a llamarnos por nuestros nombres y a jugar entre nosotros sin necesidad de estar yo. Y lo que es mejor: ¡Ya sabemos quienes son los que juegan mejor!