Este domingo he estado en el Encuentro General anual de Arrels Fundació.
En esta ocasión, además de asistir profesionales y voluntarios, las puertas se abrieron también a las personas atendidas. Allí estuvieron algunas y todas ellas participaron. Era ya, con esto, una buena nueva para celebrar. Es un camino que Arrels viene abriendo a la participación y que la convierte en una organización que realmente quiere que sea de todos y para todos.
Dos puntos en el orden del día: