Ayer Mari Carmen y yo estuvimos en el encuentro que sobre «Otra Iglesia es posible», se celebró en la iglesia de los jesuitas de C/Caspe. Se llenó. Nos sentimos a gusto.
Hablaron una persona por cada entidad de las que habían elaborado el manifiesto (está en http://www.esglesiaplural.cat/modules.php?name=Campanyes también en castellano y es estupendo: es… otra voz de iglesia).
De todos los que hablaron, que lo hicieron genial, dejadme destacar a tres: La representante de ACO (Acción Cátolica Obrera), el que representaba a la Associació cristiana de Gais i Lesbianes de Catalunya y la del Col·lectiu de Dones en l’Església (Colectivo de mujeres en la Iglesia). ¿Por qué?, porque, de todos, ellos eran los únicos que se representaban a sí mismos. Los demás eran, éramos, representantes de otros: de personas maltratadas, de los pobres, de los sin techo, de los marginados…
Ya sé que todos los que estábamos allí sentimos que esta Jerarquía nos da de lado, que nuestras formas de pensar, de sentir y de vivir el Evangelio chocan con muchísimas de sus directrices. Pero es que ellos, las mujeres, los gais, las lesbianas (y los divorciados y los que abortan y….) son excluidos, marginados de la propia Iglesia por ser lo que son.
La representante de ACO me gustó, además, por su testimonio, porque lo percibí sincero y auténtico y sobretodo por lo que significaba de rebeldía profética. Pero el que realmente me cautivó fue el representante de los Gais y Lesbianas. Me emocioné con él. Era la primera vez que yo veía alzarse la palabra y la dignidad de un Gai desde un púlpito de una Iglesia. Con una extraordinaria sencillez, no pidió ni compasión ni perdón por ser lo que era, sino derecho a ser diferente y a ser aceptado y no ser excluido por razón de su orientación sexual.
Yo me pido una Iglesia así: Plural, abierta, comprometida con los menos, con los más nadie.
Desgraciadamente, allí, de excluidos sólo estaban las mujeres y los gais y lesbianas… pero de personas maltratadas, de sin techo, de marginados…. sólo estábamos representantes…
Al final todos juntos cantamos esa canción tan hermosa de J.A. Labordeta: «Canto a la Libertad»
«Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga libertad.»
¿Será algún día también en la Iglesia…?
De nada Enrique al contrario creo que es un placer enorme para mi poder comentar lo que queramos, que cada persona tenga su opinión, que discrepemos, eso hace grande una amistad. Referente a la iglesia te reafirmo lo puesto en el comentario, pero también tengo que ser elocuente y decirte que hay personas curas,monjas,frailes que si dedican su vida a la sociedad, a las personas más pobres, más necesitados. Esas son las que realmente me hacen creer en algo. Pero a partir de esa jerarquía que viven como reyes, que no se privan de nada y encima van predicando algo que ellos no cumplen para mi es denigrante. Ahora me voy al post que habéis puesto de la soledad, ahí te dejaré otro comentario.Besos Marian
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Marola: Perdona. Las palabras a veces nos traicionan.
Quería decir todo lo contrario a lo que me has interpretado. Mi crítica iba dirigida más bien hacia esa iglesia que tú muy bien criticas y también, a su manera, lo hace Gabriel.
Quería reafirmar lo que en vuestros escritos había querido también entrever.
No me asusta la discrapancia, sólo quiero el respeto y la tolerancia. Y eso es lo que veo en tus aportaciones. Perdona si no lo supe expresar bien.
Me alegro de que sigas escribiendo.
Un abrazo, Enrique
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Enrique:
No se a que viene eso de que no abrimos nuestro corazón….creo que yo he abierto el mio, el que mi opinión no este de acuerdo con la de los demás no significa que no respete la de estos, además yo no juzgo, cada uno que haga lo que quiera o lo que pueda, simplemente he planteado una idea que es la mía, no significa tampoco que sea la mejor ni la más acertada. La verdad es muy relativa, y el pensamiento de cada uno también. La iglesia creo que es el estamento que menos cuerda tiene, menos comprensión con lo que las personas quieren ser o son, creo que no dejan ser libres en la forma de actuar, todo tiene que ir a base de sus reglas, unas reglas que las ha impuesto el hombre, no Dios ni Jesucristo. No tiene nada que ver lo que predicad este con lo que intentan hacernos creer los obispos, curas y papas. Jesús si que tenia una buena política social, quería y respetaba a los pobres, a los más necesitados.¿Y que ha hecho la iglesia de hoy en día y de hace siglos?..cambiar toda la doctrina de Jesús por la que le interesaba a ella. Así que no se porque me has contestado con esa frase que no he comprendido muy bien, gracias y un saludo Marola
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Caminante Perdido: ¿Y a dónde vamos que más nos quieran…?. Y, mira, es que yo me creo el Evangelio y el ir de franco tirador por estos mundos de Dios…, pues que no me acaba de convencer. Así es que nos tocará seguir, aunque a regañadientes y con sana rebeldía.
Gracias por tu libro recomendado, lo buscaré.
A Marola y Gabriel: Si no somos capaces de abrir nuestros corazones a todos y sin juzgarlos, ¿en qué se queda el ser humano?
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Di cen que la fe ,mueve montañas que en este caso serian los fieles que a su vez ,son los pilares de una iglesia cada vez mas jeraquizada y alejada la cabeza del rebaño,antaño quizas era posible ese alejamiento pero no ahora que las comunicaciones transporta la informacion y el saber en segundos segun que medios,informacion que intentan negar a base de unos dogmas de fe que en algunos casos estan tan desfasados como el latin.Negacion basada tan solo en el reconocimiento de la ignorancia de los demas no de la suya,puesto que el aborto,cambio de sexo,el reconocimientosocial de la homosexuelidad en todos los ambitos y estrato incluoida la iglesia esta reconocida por todo el mundo.El querer mirar a otro lado significa despreciar a todos aquellos que su fe,no se ve alterada por su condion sexual
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Bueno todos tenemos nuestra opinión personal de la iglesia, yo también, aunque ahora no expondré simplemente me alegro de que saliera todo bien, y de la frase que pones que me ha gustado mucho: el que realmente me cautivó fue el representante de los Gais y Lesbianas. Me emocioné con él. Era la primera vez que yo veía alzarse la palabra y la dignidad de un Gai desde un púlpito de una Iglesia. Con una extraordinaria sencillez, no pidió ni compasión ni perdón por ser lo que era, sino derecho a ser diferente y a ser aceptado y no ser excluido por razón de su orientación sexual.
Creo que deberíamos aceptarlos, y pienso que hay veces que tendríamos que pensar que no debería ser noticia eso, porque en el momento que no es noticia es que ya lo habríamos aceptado como una cosa normal en nuestra vida. Besos Marola
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Hombre, otra Iglesia es posible…claro. Pero dejaría de ser esta Iglesia. Sin ser ni pretendiendo ser cristiano, os recomiendo que dejéis de luchar por una estructura milenaria, con larga tradición y sólidamente construída sobre UNA doctrina, cuando vosotros lleváis OTRA. (Y no pretendo juzgar a nadie).
Vivid como vivían la práctica totalidad de los primeros cristianos: en comunidades. Luego llegó Pablo de Tarso, y el poder político-eclesiástico, y las purgas internas, y la ortodoxia.
Te recomiendo «Los cristianismos perdidos».
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