¿Rezar?

No sé pedir.
No sé rezar.
Y no es que piense que Dios se desentiende;
que no quiere saber nada de las cosas que pasan por el mundo.

Hoy he visto a Juan:
Mal, ebrio, sucio, abandonado; pero me ha conocido.
Ha cogido con fuerza mi mano, cuando yo se la he tendido.
Apenas balbucea, pero sonríe:
Interpreto que le ha hecho feliz el verme;
que le ha gustado que haya interrumpido mi camino y me haya acercado a saludarle:

– ¿Cómo estás, Juan? Yo no te veo demasiado bien…
Se ríe…

Y ¿qué le pido a Dios?
¿Que le ayude?
¿Que deje de beber?
¿Que le haga “normal”?
¿Que le encuentre trabajo?
¿Que el trabajo que encuentre lo quiera aceptar?
¿¡Qué te pido, Dios!?
¡Qué puedo pedirte que tú puedas/quieras concederle!
¿Que te sienta cerca?; ¿para qué?
Él seguirá en el precipicio, viviendo su angustia.
Y ¿qué quiere decir que tú estés cerca?
Tú no eres la lámpara maravillosa que concedes deseos cuando se frota…
Pero tampoco te sientes indiferente a tanto dolor.
Mas ¿qué puedo pedir?
¿Cómo debo de hacerlo para que el dolor se acabe en Juan
y en tantos otros muchos “juanes” que hay en el mundo?
Tú no quieres que haya tanto dolor, fruto de nuestra injusticia.
Tú no te acercas a Juan si yo no me acerco.
Tu mano no se tiende a Juan si no hay una mano que se tienda.
Mi sonrisa es tu sonrisa.
Mi esperanza es tu esperanza.
No hay cambio si no hay lucha y no hay lucha si yo no lucho, si él no lucha…

¡Dios, no me dejes caer en la desesperanza
para poder llevar tu esperanza a los que lo han perdido todo!

Enrique

EL PARE MANEL. Y los garantes de «LA VERDAD»

 

No conozco al pare Manel.
Como tampoco conozco a Jesucristo.

Del pare Manel sé por lo que dicen de él los que le conocen.
Como de Jesús sé a través de lo que dicen de Él los que le conocieron.

 

 

Del pare Manel hablan bien los que sufren, porque se sienten acogidos.
A Jesús le excomulgaron los poderosos, por no cumplir «la ley de Dios».

¡Hay (y han habido) tantos pares Manel en nuestra «Santa Madre» Iglesia…!:
Queridos por los que sufren. Perseguidos y silenciados por los poderosos garantes de «la ley divina»…

Enrique

Carta de apoyo al Pare Manel: http://www.ipetitions.com/petition/paremanel/

SEGURAMENTE…

Seguramente sea una nimiedad, ante tanta bonanza, económica y espiritual, que el Papa, con su visita, nos traerá al pueblo catalán…

Seguramente sea una gilipollez de las mías, de un idealista utópico, sin echar raíces en la realidad…

Seguramente sea el discurso demagógico y sensiblero de un obsesionado que está cegado por la inmediatez del sufrimiento que observa, al intentar estar un poco cercano al que sufre…

Seguramente…

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Navidad 2008. TU VOZ HECHA SILENCIO

Una buena amiga, de mi tierra, siempre tiene una palabra comprometida con su/nuestra fe. Hoy me ha enviado esta felicitación de Navidad y yo quiero compartirla con todos:

¡Que no se acabe la esperanza! ¡Que no se acabe la Navidad!


navidad-arrelsTU VOZ HECHA SILENCIO

Ya vienes. Te espero. Te espero con ganas.
Sé que estás cerca, muy cerca. Pero callas.
Te pregunto. Exijo tus palabras
y hasta tus soluciones,
pero callas.

En el silencio de la noche
-mía y del mundo-,  callas.
¿Callas?, ¿o es que no atisbo a encontrar tus señales,
a entender tu lenguaje o a captar tus palabras…?
«Un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre»
Esta es tu Palabra y  tu lenguaje;
estas  son tus señales.
Esto es el TODO, envuelto en la nada.
¡Tu voz hecha silencio!
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«OTRA IGLESIA ES POSIBLE»

Ayer Mari Carmen y yo estuvimos en el encuentro que sobre «Otra Iglesia es posible», se celebró en la iglesia de los jesuitas de C/Caspe. Se llenó. Nos sentimos a gusto.

Hablaron una persona por cada entidad de las que habían elaborado el manifiesto (está en  http://www.esglesiaplural.cat/modules.php?name=Campanyes también en castellano y es estupendo: es… otra voz de iglesia).

De todos los que hablaron, que lo hicieron genial, dejadme destacar a tres: La representante de ACO (Acción Cátolica Obrera), el que representaba a la Associació cristiana de Gais i Lesbianes de Catalunya y la del  Col·lectiu de Dones en l’Església (Colectivo de mujeres en la Iglesia). ¿Por qué?, porque, de todos, ellos eran los únicos que se representaban a sí mismos. Los demás eran, éramos, representantes de otros: de personas maltratadas, de los pobres, de los sin techo, de los marginados…
Ya sé que todos los que estábamos allí sentimos que esta Jerarquía nos da de lado, que nuestras formas de pensar, de sentir y de vivir el Evangelio chocan con muchísimas de sus directrices. Pero es que ellos, las mujeres, los gais, las lesbianas (y los divorciados y los que abortan y….) son excluidos, marginados de la propia Iglesia por ser lo que son.

La representante de ACO me gustó, además, por su testimonio, porque lo percibí sincero y auténtico y sobretodo por lo que significaba de rebeldía profética. Pero el que realmente me cautivó fue el representante de los Gais y Lesbianas. Me emocioné con él. Era la primera vez que yo veía alzarse la palabra y la dignidad de un Gai desde un púlpito de una Iglesia. Con una extraordinaria sencillez, no pidió ni compasión ni perdón por ser lo que era, sino derecho a ser diferente y a ser aceptado y no ser excluido por razón de su orientación sexual.

Yo me pido una Iglesia así: Plural, abierta, comprometida con los menos, con los más nadie.
Desgraciadamente, allí, de excluidos sólo estaban las mujeres y los gais y lesbianas… pero de personas maltratadas, de sin techo, de marginados…. sólo estábamos representantes…

Al final todos juntos cantamos esa canción tan hermosa de J.A. Labordeta: «Canto a la Libertad»

«Habrá un día en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga libertad.»

¿Será algún día también en la Iglesia…?