PACO
El viernes pasado Paco ingresó en una residencia. Hemos de ir a verle.
JORDI
Jordi tiene la misma ropa y las mismas moscas de la semana pasada. Hoy hemos hablado del Barça. Es culé y el domingo había ganado 4-1 al Levante. Estaba contento. Nos dice que el martes que viene ha de ir al médico para que le digan qué día le van a operar. Le animamos a que, si no nos vemos, nos llame para poder ir a verlo. Nos dice que sí… Ya veremos.
RAUL
Raul sigue en la calle. Durante este verano estuvo en otros albergues, pero de todos se va. No es sencillo el asunto y la verdad es que a Puri y a mí nos preocupa y no nos acabamos de encontrar a gusto. Por un lado nos da la sensación de que Raul es débil, que no es capaz de tomar decisiones. Entonces sentimos como una cierta debilidad hacia él. Pero por otro lado compruebas que no da pasos, que siempre está pidiendo (no es normal que las personas con las que nos relacionamos nos pidan: saben que nosotros no les vamos a dar limosna); pero Raul suele pedirnos. Y cuando le dices que baje por Riereta, para que le conozcan y pueda ducharse… él «pasa», no va. Además hay otro tema que nos preocupa: los demás compañeros que se sientan con él en el mismo banco. Observas detalles de que pasan de él: Si alguien da tabaco, dan a todos menos a él; si hay cerveza, nunca hay para él… Le dejan de lado.
JOSE
Hemos vuelto al parque. Y hemos visto a la persona que el martes pasado pensamos que podía ser José. Estaba aparentemente limpio. Con bolso, gorra y mochila. Remueve dentro de las papeleras y se come lo que de comida encuentra en ellas. Habla con los de un bar que hay allí cerca y mira cómo juegan al dominó. Puri y yo no tenemos duda de que aquel hombre, si no es el José del que nos habían hablado, es algún otro José o Antonio o… que vive en la calle. Hay un problema: no sabemos cómo abordarlo. Es complicado el primer encuentro. Además no se está quieto y así es difícil entablar una conversación. Optamos por dejarlo para otro día ¡Y ya van tres!