Como cada año, mi amiga Auxi me envía desde Ciudad Real una reflexión sobre la Navidad que a mí me gusta compartirla:
NO SÉ QUÉ RESPONDERTE
¡Vienes! ¡De nuevo llegas! “Estás a la puerta y llamas”
Llamas a la pequeña puerta de mi vida y me susurras:
¿Puedo pasar? ¿Me haces un hueco?
Y yo callo. No sé qué responderte. No lo sé.
Porque presiento que sigues siendo un Dios excéntrico.
Ese que se escapa de todo el “orden establecido”.
Ese que rompe los moldes de la normalidad,
y se hace Niño en las entrañas de una Mujer del pueblo;
y nace en un pesebre –símbolo de todo lo excluido-;
y anuncia su Buena Noticia a unos rudos pastores;
y se deja adorar por unos extraños extranjeros.
Y no sé qué responderte
¿Por qué no eres el Dios de “lo normal”?
¿Por qué te empeñas en ser el Dios de “lo imposible”?
¿Por qué te pones siempre del lado de “lo inútil”?
¿Por qué prefieres “aquello que no cuenta”?
¿No podrías ser de otra manera?
Y no sé qué responderte
Pero Tú te empeñas en seguir llamando así, a tu manera.
Insistes e insistes en cada Navidad, en cada día.
¿No crees que eres un Dios bastante terco?
¿O seré yo la que no acierte a comprenderte,
o la que se resiste a abrirte la puerta de mi vida,
para que por ella entren todas las víctimas de nuestro mundo roto?
No sé por qué sospecho que puede ser así.
Y sigo sin saber qué responderte
Más, en el intento humilde de aproximarme a “tus caprichos”,
quiero darte un SÍ, parecido al de María.
¡Pasa!, okupa mi vida, trastócala, y que entren tras de ti tu gente preferida.
Ensancharé mi corazón para que nadie quede fuera,
hasta que rebose de rostros rotos;
hasta tener mi corazón lleno de nombres y vacío de cosas.
Que pasen también tanta gente a la que quiero
y sé que están conmigo dibujando estrellas en la noche.
Ya sé qué responderte
Y con toda esta gente, tu gente,
celebraré de nuevo que “la vara del opresor, y el yugo de su carga”
no tienen la última palabra.
Auxi
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También desde Argentina, Proyecto7, Horacio Avila, me envía un vídeo. Es una experiencia que apenas ha comenzado y que ya ha llenado de esperanza a muchas personas que viven/vivían en las calles de Buenos Aires. Nuestras más sinceras felicitaciones a todos los que están haciendo realidad este proyecto.
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
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Ánimo y mucha suerte, en los momentos de crisis como la actual es cuando más se debería pensar en los necesitados, en las personas vulnerables que necesitan del apoyo de todos
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Para Auxi y su gran reflexión sobre un «dios terco», el dios terco que nos venden cada año por estas fechas, y el cual, unos meses más tarde es crucificado:
Auxi, nos han «vendido» un dios terco al que hacemos responsable de muchas de nuestras cosas.
Auxi, el día en que los auténticos significados de lo que nos quiso transmitir ese ser empiecen a ser entendidos, comprenderemos que nuestro dolor es inútil, porque lo que Jesús nos quiso comunicar es que no era de este «mundo», sino de una existencia donde no existen las desigualdades que con tanta rabia se propagan por este planeta.
No soy perteneciente a ninguna religión porque las religiones muchas veces son la base de muchas desigualdades y han sido la base práctica de muchas de las guerras en nuestro planeta. Entiendo que hay que traspasar los umbrales de lo que nos quieren dar a entender los que hasta ahora se han ocupado de darnos una «ciencia sabida».
Existe mucho amor en nuestra Creación, existe la igualdad y la hermandad en nuestra base existencial, pero tenemos que encontrarla entre todos, por eso, yo tampoco creo en estas fechas, aunque de niña me emocionaba el festival de luces y el «espíritu de la navidad».
Creo que tenemos una dura tarea entre todos, para lograr, por fin que nuestra humanidad se dirija al rumbo que le corresponde: libre totalmente de ego, que es el mal y la mala semilla con que nos han ido sembrando durante cientos y miles de años.
Entender que el Creador es de todos y que todos somos iguales porque de él venimos y hacia él nos dirigimos, como esas gotas, como esos átomos espirituales: podemos optar, con nuestra voluntad, para hacer crecer y vibrar, o bien para evitar que esto último ocurra y sembrar en cambio la semilla de la amargura y la miseria.
Os deseo a todos paz y luz, nuevas energías renovadas para todos los tiempos que se nos presentan, y que según muchos, los agoreros de los estados, incapacitados para crear, parece que están emperrados en sumergirnos en la oscuridad. Por eso nosotros debemos ir todos unidos en sentido contrario para hacer crecer la mayor luz posible.
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