A Gabriel hoy se le ve optimista
Todo lo que sube, baja. Dice un viejo proverbio. Y al igual que las olas son debidas a varios factores, aquellas llegan, una vez pasados éstos, a mostrar su cara amable, y aun sabiendo que la resaca existe, la calma vuelve a adueñarse del entorno.
Así la crisis. Quiere ver uno que ha sobrepasado el nivel y que su cresta ha llegado a su máxima cota, bajando y esperando a que pase la resaca. Se presupone que existen reconsideraciones, acerca de los que se agregan a los que ya nada tenían, para que, primero, puedan tener medios para volver a levantarse y, segundo, puedan recordar que gracias a ellos subsistirán aquellos que no han podido levantar cabeza.