Hoy ha muerto otra persona en la calle. Se la encontraron tirada en la acera. Sus compañeros de calle reclamaron una ambulancia, pero llegó muerta al hospital.
Del hospital nos informaron: en algún rincón de sus bolsillos encontraron la dirección de Arrels.
Era Said, el “ilegal” de 49 años del que hablé el otro día. No ha esperado a que le quiten la tarjeta sanitaria y se ha muerto. Su corazón le dejó de latir.