Otra vez Navidad.
Y otra vez desde mi tierra, La Mancha, una amiga me felicita desde el compromiso y la fe o, mejor dicho, desde la fe comprometida en un Dios que “MIRA DESDE ABAJO”.
Y yo encantado de tener tan buenos amigos.
¡¡FELIZ NAVIDAD para todos los que miran desde abajo y, cómo no, para los que están abajo!!!
Éstos últimos lo tienen mal en estas fechas, pues, como a todos, se les agolpan los recuerdos y se les llenan sus vidas de más soledad, si cabe.
NAVIDAD
MURIÓ UN DÍA DE DICIEMBRE EN LA CALLE
Un día de este mes de diciembre de 2009, murió en la calle un hombre que vivía en la calle.
Apenas nadie se hizo eco de la noticia.
Hasta aquí todo normal. La muerte de un hombre solo en la calle ya hace tiempo que dejó de ser noticia en una gran ciudad como es Barcelona.
Lo grave en este caso es que este hombre no debería haber muerto en la calle.
Javier, digamos que éste era su nombre, sufría la enfermedad de Corea de Huntington, también conocida como “Baile de San Vito”. Es una enfermedad neurodegenerativa y que conduce inevitablemente a la muerte.
Todos lo sabíamos, pero Javier estaba en la calle.
Puri y yo le vimos por primera vez en febrero del 2009, aunque ¡vaya usted a saber desde cuando Javier paseaba las calles!…
Todos hicimos lo que teníamos que hacer.