Ya lo sé, aún no es Navidad; pero en vísperas de elecciones, nuestros políticos se sienten generosos y abren sus corazones a cualquier propuesta que les acerque al electorado y que les lleve a decantar algunos votos a su favor.
Éste es sin duda el momento oportuno para que las organizaciones se animen a especular con sus ilusiones y a soñar con sus deseos más estimados, pues resulta que los que pueden mejorar su situación, tienen sus puertas abiertas de par en par.
En estas circunstancias cualquier sugerencia será bien acogida.
Arrels debió pensar que era bueno acercarse a los políticos y les dejó una carta.
En 18 puntos les expresó 18 deseos. Sigue leyendo