EL ÚLTIMO EN LA LÍNEA DE LA CALLE

auxias marchCuando buscas  en la línea de la calle al que más necesita y menos pide, siempre encuentras que hay uno que se coloca en la última posición.

Anoche estuve con uno de éstos. Su olor, su mal olor, inundaba la estancia y, por momentos, se me hacía insoportable y se lo hacía al resto de personas que, como él, se preparaban para pasar la noche en aquel recinto techado.

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SIEMPRE ME QUEDARÁ LA CALLE

Supongo que este noviembre es especial para mí: en noviembre de 2002 comenzaba mi voluntariado en el Equipo de Calle de Arrels Fundació.

Son diez años de “hacer la calle”, paseando sus jardines, sus plazas, sus puentes…

Diez años de mirar la calle buscando a aquel que nadie ve, observando gestos y fijándome en detalles que a nadie importa…

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¿Cuál es el problema? (IX)

Desde hace tiempo Juan José me dice: “Enrique, por las noches tomo varios cafés para estar despierto”.

Jose y Cristina son pareja y tampoco duermen: durante la noche pasean las calles de Barcelona hasta que se hace de día…

Antonio, las noches las pasa en el autobús nocturno con un solo billete de ida y vuelta, hasta que amanece…

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Horacio Ávila: la crisis lo dejó en la calle y ahora da alojo a indigentes

Volvemos de vacaciones y nos encontramos:

A los “ilegales”, sin cartilla sanitaria; y a los españoles, habiendo perdido el derecho universal a la salud.

El IVA, por los aires, incluso en productos básicos.

Más jóvenes en el paro y familias enteras sin percibir ningún subsidio; pero, eso sí, el gobierno poniendo más trabas para cobrar el plan Prepara (400 € durante 6 meses) por aquello de que el parado no se apoltrone en la butaca de su casa sin buscar el trabajo que no hay, entre otras cosas, porque las pequeñas y medianas empresas están cerrando debido a que los bancos no sueltan ni un euro para ayudarlas a financiarse.

Esos mismos bancos que se están levantando gracias a los dineros de los contribuyentes.

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SAID, EL «ILEGAL», HA MUERTO

Hoy ha muerto otra persona en la calle. Se la encontraron tirada en la acera. Sus compañeros de calle reclamaron una ambulancia, pero  llegó muerta al hospital.

Del hospital nos informaron: en algún rincón de sus bolsillos encontraron la dirección de Arrels.

Era Said, el “ilegal” de 49 años del que hablé el otro día. No ha esperado a que le quiten la tarjeta sanitaria y se ha muerto. Su corazón le dejó de latir.

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SAID, “UN ILEGAL”

A Said hoy le he acompañado al médico.

Hace unos meses conseguimos que le dieran la tarjeta sanitaria.

Said es “ilegal”.

Es una de esas personas a las que nuestra sociedad del consumo y de las desigualdades le ha colgado el sambenito de “ilegal” sólo porque no nos da la gana darle unos papeles que le haga igual a nosotros y con los mismos derechos que nosotros.

Así, tildamos de “ilegales” a unas personas cuyo único pecado es el de querer mejorar su vida y la de los suyos.

No llamamos “ilegales”, sin embargo, a aquella otra persona que esconde su capital y elude sus impuestos. No es “ilegal” el españolito famoso que vende la “Marca” España viviendo y contribuyendo fuera de ella para ahorrarse impuestos. No es “ilegal” el que explota al que no tiene papeles y hace su riqueza sin pagar a la administración lo que le correspondería. No es “ilegal” el pluriempleado en diferentes consejos de administración, bancos y cargos políticos, cobrando dineros que causan escándalo. (Por cierto, ¡qué capacidad intelectual… y de influencias y de… extorsión…!). No; estas personas no son “ilegales”.

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HERIDAS QUE NO SE VEN

¿Y sigue en la calle?

Hay heridas que sólo uno mismo puede curarse.

La calle, pensamos, es su herida que hay que curar.

Pero la calle no es la herida, ni el alcohol, ni su mal olor…

La herida él sólo la sabe.

Es su herida que yo no conozco y que sólo él sabrá curarse.

Pero la calle no es su herida.

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NAVIDAD: UN MENSAJE DE ESPERANZA

Como cada año, mi amiga Auxi me envía desde Ciudad Real una reflexión sobre la Navidad que a mí me gusta compartirla:

NO SÉ QUÉ RESPONDERTE

¡Vienes! ¡De nuevo llegas! “Estás a la puerta y llamas”
Llamas a la pequeña puerta de mi vida y me susurras:
¿Puedo pasar? ¿Me haces un hueco?
Y yo callo. No sé qué responderte. No lo sé.
Porque presiento que sigues siendo un Dios excéntrico.

Ese que se escapa de todo el “orden establecido”.
Ese  que rompe los moldes de la normalidad,
y se hace Niño en las entrañas de una Mujer del pueblo;
y nace en un pesebre –símbolo de todo lo excluido-;
y anuncia su Buena Noticia a unos rudos pastores;
y se deja adorar por unos extraños extranjeros.

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LA POSICIÓN DE ARRELS ANTE LA CRISIS ACTUAL

El 12 de Noviembre de 2012 Arrels Fundació cumpilrá 25 años. Para comenzar a celebrarlo ha enviado a cerca de 100 periodistas una nota de prensa que hace referencia a la situación de crisis actual y que hemos de afrontar colectivamente. Creemos que es oportuno que todos sepamos cómo nos posicionamos como entidad:

La exclusión severa aumentará si no se ponen los medios

El contexto de crisis económica que vivimos no ayuda a la lucha contra la pobreza. En los próximos 2 o 3 años la pobreza severa aumentará si no se cuida el sistema de protección social que durante años se ha desarrollado. La gente puede asumir la falta de dinero pero no la falta de futuro. Por eso, desde Arrels llamamos a la solidaridad ciudadana, ya que la proximidad entre familia, vecinos y amigos puede ser lo único que sostenga a muchas personas en un futuro.

Una de cada 5 personas en Cataluña vive bajo el umbral de la pobreza; el 13% son personas que tienen un trabajo y además hay 742.000 que están en paro. De éstas, 173.000 dejarán de cobrar el desempleo antes de marzo de 2012. En toda Cataluña se producen 21 desahucios al día y 36.800 catalanes viven en un alojamiento inadecuado o no tienen hogar.

Una persona puede llegar a vivir en la calle en poco tiempo si le coinciden situaciones traumáticas como una separación familiar, la muerte de un ser querido, quedarse en el paro, no tener recursos suficientes para pagar la vivienda, y no contar con apoyo de la familia para hacer frente a todo eso. En Barcelona hay 2.000 personas sin hogar, en Cataluña hay 8.000, y en todo el Estado el español la cifra oscila entre las 19.000 y las 30.000 personas. Desde que Arrels se creó en 1987, la entidad ha atendido a más de 7.500 personas sin hogar, en situación de exclusión severa y cronificada.

En el contexto de crisis económica en la que vivimos -con un índice de desempleo en Cataluña de más del 19,43% y una tasa de pobreza infantil del 23,7%- las acciones para girar esta situación tienen que estar a la altura y hacerse con agilidad; especialmente, se debe cuidar el sistema de protección social que se ha ido construyendo durante años. De lo contrario, el número de personas que en dos o tres años entrarán en una situación de exclusión consolidada aumentará en Cataluña. «La gente puede asumir la falta de dinero, lo que no puede asumir es la falta de futuro. Vivir en situación de exclusión consolidada significa vivir en el abandono y la desesperanza», afirma el director de Arrels, Salvador Busquets.

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¿Rezar?

No sé pedir.
No sé rezar.
Y no es que piense que Dios se desentiende;
que no quiere saber nada de las cosas que pasan por el mundo.

Hoy he visto a Juan:
Mal, ebrio, sucio, abandonado; pero me ha conocido.
Ha cogido con fuerza mi mano, cuando yo se la he tendido.
Apenas balbucea, pero sonríe:
Interpreto que le ha hecho feliz el verme;
que le ha gustado que haya interrumpido mi camino y me haya acercado a saludarle:

– ¿Cómo estás, Juan? Yo no te veo demasiado bien…
Se ríe…

Y ¿qué le pido a Dios?
¿Que le ayude?
¿Que deje de beber?
¿Que le haga “normal”?
¿Que le encuentre trabajo?
¿Que el trabajo que encuentre lo quiera aceptar?
¿¡Qué te pido, Dios!?
¡Qué puedo pedirte que tú puedas/quieras concederle!
¿Que te sienta cerca?; ¿para qué?
Él seguirá en el precipicio, viviendo su angustia.
Y ¿qué quiere decir que tú estés cerca?
Tú no eres la lámpara maravillosa que concedes deseos cuando se frota…
Pero tampoco te sientes indiferente a tanto dolor.
Mas ¿qué puedo pedir?
¿Cómo debo de hacerlo para que el dolor se acabe en Juan
y en tantos otros muchos “juanes” que hay en el mundo?
Tú no quieres que haya tanto dolor, fruto de nuestra injusticia.
Tú no te acercas a Juan si yo no me acerco.
Tu mano no se tiende a Juan si no hay una mano que se tienda.
Mi sonrisa es tu sonrisa.
Mi esperanza es tu esperanza.
No hay cambio si no hay lucha y no hay lucha si yo no lucho, si él no lucha…

¡Dios, no me dejes caer en la desesperanza
para poder llevar tu esperanza a los que lo han perdido todo!

Enrique